Yo también te echo de menos.
Hoy me levanté revuelta, desanimada y al comenzar a trabajar lo extrapolé con unos doctores:
– ¿Cuesta el día verdad? Pregunté.
– Sí, no apetece nada. Contestó una.
– No trabajaba hoy. Dijo el otro.
Yo en mi ímpetu de empatizar, hablé de que igual es normal que el cuerpo necesite habituarse a que ahora se haga de noche más pronto y amanezca más tarde,… Creo que esto lo decía más para mí que para ellos y ahí detecté, fui consciente, de que lo que sentía era algo conocido, busqué en el calendario para comprobar lo que ya sabía : Efectivamente, 22 de Septiembre.
Mi siguiente pensamiento ¿Cuántos años han pasado ya? 5 años, da igual sólo es un día más, me digo. Lo que pasa que una cosa es como quiero estar, actuar y otra muy distinta cómo me siento, qué necesito…. Y aquí está mi realidad, esa que a veces no queremos ver pero inevitablemente sentimos. Extrañar es una palabra que se queda corta para describir esta sensación de rotura de tus adentros y hay que aceptar que no hay pegamento para ello. Ahora sí, ser conscientes de que ante una adversidad podemos crecernos, aprender para aún con rotura seguir con funcionalidad y agradecidos de todas esas otras partes internas que están ilesas. Así es cómo puedo conectarme con lo que aún sigue latente en mí, de ti.
La rotura estará físicamente y pueda sentirla pero al mismo tiempo y aceptándola, siento también cómo me tocas el corazón y me llenas de fuerza que hace que sienta el aire y la plenitud, tuya, suya y mía.
Las lágrimas de tristeza me liberan y abrazan haciendo que parte de ti, este en mí y así aún te tengo aquí haciendo sentir querida y feliz.
Cierto, él está en ti y lo estará siempre.
Y qué sabia que lo sepas sentir así.😘
LikeLike